Los discos duros también necesitan cuidado, siga las siguientes instrucciones para evitar la pérdida de datos y evitar que el disco duro quede inservible:
- No quitar la etiqueta ligeramente plateada que se encuentra a los lados y/o algunas veces en la parte frontal, esto puede causar que entre polvo y raye el disco, asimismo el polvo que pueda contener electricidad puede mover los datos y causar daños
- No tapar los agujeros pequeños, ya que son un filtro de aire y puede causar sobrecalentamiento.
- Realizar periódicamente copias de seguridad en discos DVD, Blu-ray o en un disco duro externo de la información importante, eventos como apagones o ataques de virus pueden dañar el disco duro o la información, si ocurre un apagón desconectar el ordenador. Si se usa un servicio de alojamiento de archivos, no debe ser la única opción ni se debe guardar ahí información delicada o crítica, pues el servicio puede fallar, ser clausurado o atacado.
- Se recomienda crear al menos dos particiones: Una para el sistema operativo y los programas y otra para los datos del usuario. De esta forma se pueden facilitar la copia de seguridad y la restauración, al posibilitar retroceder o reinstalar completamente el sistema operativo sin perder los datos personales en el proceso.
- Optimizar (desfragmentar) el disco duro regularmente usando la herramienta incluida en el sistema operativo o un programa de otro fabricante para reducir el desgaste, facilitar la recuperación en caso de un problema, y mantener una buena velocidad de respuesta. Se recomienda una frecuencia de cuatro a seis meses dependiendo del uso.
- Descargar y usar un programa que lea los datos de los sensores del disco duro (S.M.A.R.T.), para vigilar la condición del disco duro. Si indica que está en peligro, copiar la información importante y reemplazar el disco duro lo más pronto posible para evitar la pérdida de información.
- Evitar que el disco sufra golpes físicos, especialmente durante su funcionamiento. Los circuitos, cabezales y discos pueden dañarse.
- Si el disco duro presenta problemas de confiabilidad, un funcionamiento anormalmente lento o aparecen sin razón aparente archivos dañados o ilegibles, analizarlo con un comprobador de disco. También se recomienda realizar una comprobación de rutina cada cierta cantidad de meses para detectar errores menores y corregirlos antes de que se agraven.
El correcto cuidado de un disco duro influye sobremanera no sólo en su rendimiento, sino también en la vida útil del mismo. Ésta es una realidad que debemos tener muy en cuenta ya que cuando un disco duro falla no siempre se debe a un problema de fábrica, sino que puede haber estado ocasionado por un mal uso continuado del mismo, o incluso por un evento ajeno a nosotros, como por ejemplo una subida de tensión.
Este componente juega un papel fundamental en cualquier equipo ya que en él guardamos nuestros archivos, datos, fotos documentos y muchas otras cosas que pueden tener un gran valor, pero también influye en el rendimiento general de todo el sistema, así que cuidarlo y mantenerlo en buen estado no sólo garantiza la seguridad de todo eso que tenemos almacenado, sino también una buena experiencia de uso en general.
Con esta guía queremos compartir con vosotros una serie de consejos básicos para que tomemos conciencia de lo importante y necesario que es cuidar adecuadamente un disco duro, y para que sepamos por dónde debemos empezar y qué es lo que debemos hacer.
Obviamente como todo componente tecnológico los discos duros tienen una vida útil determinada, que normalmente suele llegar a una media de seis años, así que antes o después acabarán fallando y habrá que cambiarlos, pero si seguimos todos estos pasos podremos alargar su duración y evitar que se estropeen de forma prematura.
Como siempre cualquier duda podéis dejarla en los comentarios.
1-Evitar daños físicos
Cuando hablamos de evitar daños físicos nos estamos refiriendo a algo muy simple, un disco duro tiene partes móviles muy frágiles y éstas pueden llegar a dañarse de forma irreversible si reciben algún tipo de daño.
El mismo puede producirse de formas muy diversas, no sólo a través de golpes directos, sino que incluso un movimiento brusco mientras está realizando operaciones de lectura o escritura puede llegar a tener consecuencias fatales.
¿Qué debo hacer? Para asegurarte de que tus discos duros no sufren ningún tipo de daño físico evita en la medida de lo posible mover el equipo cuando esté en funcionamiento.
Si tienes que trasladarlo incluso aunque esté desconectado se muy cuidadoso y evita cualquier tipo de golpes. En el caso de los equipos portátiles aplica todo lo que hemos dicho, ya que aunque puedes moverlos aunque estén funcionando no es lo más recomendable.
2-Evita el calor excesivo
Al igual que ocurre con todos los componentes de ordenador el calor es un enemigo natural de los mismos, pero lo generan con su propio funcionamiento y pueden verse afectados por el que desprenden otros si no tenemos un buen sistema de refrigeración, así que debemos tener mucho cuidado.
Si el calor es alto pero no llega a ser excesivo puede que experimentemos un mal rendimiento general del equipo, pero si no ponemos solución al problema puede acaba produciendo daños que acaben en un fallo general del disco duro.
¿Qué debo hacer? Lo ideal es mantener el disco duro en una posición lo más alejada posible del resto de componentes, para que así no se “contagie” del calor que generan los mismos.
Si además de eso también mantenemos un buen flujo de aire en el interior del equipo y lo limpiamos de forma periódica no tendremos nunca problemas de este tipo y podremos estar tranquilos en todo momento.
3-Apagar y encender con demasiada frecuencia
Aunque no lo parezca el proceso más complejo y exigente para un disco duro son las operaciones de inicio y apagado del sistema, es decir, arrancar y detener el disco.
Esto quiere decir que ambas son las que mayor impacto tienen en la vida útil del mismo, ya que la aceleración y desaceleración que se produce en ambos procesos puede acabar generando un desgaste adicional que dañe el disco de forma irreversible.
¿Qué debo hacer? No es necesario mantener el equipo siempre encendido, pero lo ideal es intentar realizar encendidos y apagados con la menor frecuencia posible. Nuestro consejo general es que una vez que encendemos el equipo no lo apaguemos hasta que no vayamos a dormir, es decir, a dejar de usarlo hasta el día siguiente.
Si lo encendéis por la mañana y vais a pasar varias horas sin usarlo podéis recurrir al modo suspensión, ya que reduciréis el consumo al mínimo sin tener que llegar a apagarlo.
4-Subidas de tensión
Es otro de los mayores peligros para los componentes electrónicos. Una subida de tensión puede llevarse por delante un equipo completo, lo sé de primera mano, y los discos duros son uno de los componentes más vulnerables.
Un disco duro “frito” implica una muerte definitiva y puede suponer una pérdida de datos inesperada que nos resulte muy perjudicial, así que protegerlo es totalmente recomendable.
¿Qué puedo hacer? Es posible proteger el equipo con regletas que sean capaces de frenar las subidas de tensión, aunque su efectividad depende de su calidad y por tanto del precio de la misma.
A nivel personal recomiendo comprar un SAI, ya que aunque supone una inversión protege no sólo el disco duro sino todo nuestro equipo contra subidas y también bajadas de tensión. Evita disgustos y se amortiza solo.
5-Desfragmentación
La fragmentación de los discos duros se mantiene como uno de los problemas más habituales y también de los más molestos. Cuando decimos que un disco duro está fragmentado nos referimos a que las partes que componen los archivos se encuentran dispersos en los platos, es decir en secciones alejadas en lugar de estar grabadas de forma consecutiva.
Esto supone que para leer archivos el disco duro tiene que trabajar más duro y buscar esos trocitos de archivo en secciones en zonas diferentes, lo que implica un menor rendimiento, hace que el equipo vaya más lento y además aumenta el desgaste de la unidad.
¿Qué debo hacer? La respuesta es muy sencilla, desfragmentar el equipo, y no necesitas ninguna herramienta específica, ya que la propia que trae Windows cumple con su deber más que de sobra.
Con todo un apunte, no es necesario desfragmentar de forma continuada, sino sólo cuando la fragmentación empiece a ser notable.